martes, 23 de julio de 2013

A tres metros sobre el cielo-Federico Moccia


"A tres metros sobre el cielo" es una historia de amor escrita por Federico Moccia.

 Sinopsis:  En Roma, como en cualquier otra ciudad del mundo, los adolescentes quieren volar, buscan caminar "tres metros sobre el cielo". Las chicas como Babi se esmeran en sus estudios, hablan del último grito de la moda y se preparan para encontrar al amor de sus vidas. Los chicos como Step prefieren la velocidad, la violencia, el riesgo y la camaradería de las bandas, pero todos ellos se implican en la vida como si cada segundo fuera el último. Pertenecen a mundos distintos, desean cosas distintas, pero tienen algo en común, el amor que les hará encontrarse y cambiar. Ellas se volverán más salvajes; ellos más tiernos. Mientras, allí abajo, la vida real ya los reclama. 

jueves, 18 de julio de 2013

Love at first click-Elizabeth Chandler

Hola!!
Love at firtst clik es una historia escrita por Elizabeth Chandler. En ella encontraran romance desde el principio hasta el final.



Sinopsis: Ya no podía negar lo que quería decir el calor en mis mejillas cuando estaba alrededor de Flynn. Me estaba enamorando del novio de mi hermana
Hay algo acerca de Flynn. Sí, él es alto, un increíblemente magnífico jugador, de cabello oscuro pero él también es muy dulce y agradable, y era muy fácil hablar con él. Es una suerte que soy la fotógrafa del periódico de la escuela, porque a mi cámara le gusta Flynn casi tanto como a mí.                              

lunes, 15 de julio de 2013

El enigma-Silvina Ocampo

Hola!!
En Lengua leímos un cuento llamado El Enigma de Silvina Ocampo. En la prueba integradora tuvimos que cambiarle el final a la historia. Yo decidí ponerme en el lugar de Fabio. Como no me gustan los finales tristes, escribí un final muy diferente al original.

El enigma:
Fabio, un compañero de colegio, solía venir a casa, a estudiar el piano, después de sus horas de trabajo. En su casa no había piano, ni dinero para comprarlo, ni lugar donde ponerlo si lo hubieran comprado. Era casi siempre al final de la tarde cuando Fabio venía a casa, tomaba un vaso de agua helada,
picoteaba alguna fruta del centro de mesa y se sentaba al piano. Le pedíamos que atendiera el teléfono, si estábamos ocupados en algo importante o si teníamos que salir; así fue como un día, en lugar de estudiar el piano, se puso a hablar por teléfono. Las conversaciones duraban cada vez más tiempo y las
posturas de Fabio eran cada vez más cómodas. Primero de pie, después sentado en una silla, después sentado en el suelo, después arrodillado, después acostado en el piso.
—¿Con quién hablas? —yo le preguntaba, de puro celosa—.
—No sé. Una voz de mujer contestaba, y al ver mi asombro…
—No sé quién es, créeme; ni sé cómo se llama. No la conozco.
—Te felicito —le dije—. Perdés el tiempo.
Durante un mes duraron las misteriosas conversaciones telefónicas y un día, antes de irse a su casa, me llamó y me dijo:
—Tengo que pedirte un favor. La mujer del teléfono me citó en una confitería. Va a estar vestida de blanco, llevará un libro en la mano, una hojita de hiedra en la solapa y un perro. ¿Irías a ver cómo es?. Tengo miedo que sea una gorda o una vieja o una enana.
—¿Y qué tengo que decirle? —pregunté con inquietud.
—Según como sea.
—¿Si es gorda o vieja?.
—Que estoy tuberculoso o que me muero. —¿Si es una enana?.
—Que soy muy alto para ella —dijo riendo—. O que soy loco. Podrías pedirle una fotografía.
—¿Si es bonita?. ¿Acaso conozco tus gustos?.
—Si es bonita le das cita en un cinematógrafo, para el día siguiente, y le decís que no pude ir por razones de trabajo. Primeramente le pedís una fotografía.
—Trataré de conseguirla. Dame una tuya.
—Muy buena idea —contestó, satisfecho—. Es la única solución.
Buscó ese día entre sus papeles una fotografía y me la dio. La guardé en un cajón. Al día siguiente me vestí de mala gana, por la tarde, para salir. No tenía ninguna curiosidad por conocer a la mujer del teléfono. Perder el tiempo me causa horror; pero mi cariño por Fabio es tan grande que difícilmente le rehúso
un capricho. Caminé dos cuadras, antes de advertir que había olvidado la fotografía. Volví a casa y busqué en el cajón. Tuve que llevarme un sobre lleno de fotografías, para buscar en el camino la de Fabio, pues había quedado mezclada entre las otras. Llegué a la confitería El Tren Mixto, frente a Constitución, a la hora convenida. La sala es grande, con muchas luces que se reflejan en muchos espejos y que me deslumbraron en el primer momento. Me detuve en la puerta de entrada, mirando sin ver a la gente, que estaba sentada
frente a las mesas. Fabio me había dicho que la mujer estaría sentada en la cuarta o quinta mesa del lado de la entrada, hacia la derecha, con el perrito llamado Coqueto, a sus pies. La busqué y la vi muy pronto, pero no era rubia, como se había descrito a sí misma (según Fabio me dijo), sino más bien morena, con el pelo renegrido. Me acerqué. Intimidada, tropecé con una silla al acercarme. Me dijo:
—Siéntese.
Me senté sin decir una palabra.
—En los primeros momentos uno no sabe qué decir —me dijo, quitándose los guantes—. Comprendo su turbación. Es tan natural.
—Fabio me pidió que le diga que no pudo venir porque está enfermo. Lo lamenta mucho. Le manda estos jazmines.
Le di el ramo envuelto en papel manteca. Aspiró el perfume de las flores.
—No me gustan los desencuentros —dijo—. No son de buen augurio. Del primer instante de una relación dependen todos los demás. Por eso esta circunstancia no me parece favorable.
—¿Es supersticiosa?.
—Muy —me dijo—. Más de lo que usted puede suponer.
—No creo que en este caso tenga que serlo —le respondí—.
—Éste o cualquier otro es lo mismo —me dijo—.
—Fabio quisiera tener una fotografía suya. Como un gran favor se la manda pedir.
—Tengo pocas fotografías buenas. Tal vez se desilusionaría si viera alguna.
—Aquí le manda la de él.
Saqué de mi bolsillo por error la fotografía de Raimundo Canino, el librero, y se la di. Ella la tomó y la miró distraídamente.
—No se puede saber cómo es una persona por una fotografía, si no la conocemos. Cuando conozca a Fabio, esta fotografía me revelará muchos misterios de su personalidad que aún no conozco. Sólo conozco su voz, que me perturba.
A partir de ese momento, la fotografía le sirvió de abanico.
—¿Quiere tomar algo? —me preguntó bruscamente—. ¿Té, un helado, una taza de chocolate?.
—¿Yo? Siempre tomo té. Es mi bebida predilecta.
No esperó que respondiera y llamó al mozo para que me sirviera un completo. Resultó mucho más natural nuestro diálogo acompañado de algunos sorbos de té y bocados de tostadas con manteca. Hasta reímos del apetito que teníamos.
—A mí me encanta el té de la tarde —exclamaba de vez en cuando—.
Prefiero quedarme sin comer a cualquier otra hora del día. Cuando estábamos por terminar la última tostada, llamó al mozo, pagó y me pidió que la llevara hasta la salida. Tuve la sensación de acompañar a una paralítica, porque no se desprendía de mi brazo. Me pidió además que llamara un taxi. En cuanto subió al taxi, me dijo antes de despedirse:
—Dígale a Fabio que lo llamaré mañana. —¿Y la fotografía? —le pregunté—. Buscó en su billetera.
—Aquí tengo una de la cédula. Parezco una criminal —me dijo, dándome la fotografía, al decirme adiós—.
Cuando volví a casa, Fabio me esperaba. El relato de mi encuentro con Alejandra no lo dejó satisfecho. No me atreví a decirle que la mujer parecía paralítica y que en vez de pelo rubio, tenía pelo negro, pero le di la fotografía, que le gustó. Durante un buen rato quedó mirándola, tapándole primero la boca para mirarle los ojos y la nariz, luego tapándole los ojos y la nariz para mirarle sólo la boca. Acercaba y alejaba la fotografía para mirarla con distintas perspectivas.
Los días pasaron. Fabio esperaba en el teléfono, pero Alejandra no llamaba.
—¡Qué le habrás dicho! —protestaba Fabio—.
—Lo que me dijiste, ni más ni menos.
—Es tan raro que no me llame.
—¿Por qué no la llamas vos?.
—No me dio su número. Si no me llama no tendré la oportunidad de verla nunca, nunca más. ¿Te das cuenta?. Fabio llegó a llorar amargamente.
—Alejandra volverá a llamar —yo le decía a Fabio, deseando que no
llamara—.
Y Alejandra volvió a llamar. Inmediatamente Fabio quiso ver a Alejandra y la citó en un cinematógrafo, pero ella no accedió y quiso verlo en la confitería de la otra vez. Supuse que esa entrevista sería el fin de mi amistad con Fabio, puesto que él se enteraría de la fotografía del librero, que por error yo le había dado a Alejandra; no fue así. El curso de los acontecimientos fue inesperado. Cuando volvió de la cita, Fabio me dijo consternado:
—Me mandó una emisaria, pretextando un dolor de cabeza. Esa mujer me volverá loco.
—¿Quién era la emisaria?
—Una amiga de ella. Para desesperarme. Nada más que para desesperarme. Ahora sí que estoy enamorado.
Alejandra y Fabio tardaron mucho en encontrarse. Siempre sucedía algo, algún inconveniente por el que alguno de los dos no acudía a la cita. Presentían, tal vez, un desenlace trágico. Al fin se dieron cita en la confitería El Tren Mixto. Acudieron trémulos de impaciencia y de amor. Coqueto, debajo de la mesa, les lamía los pies. Después de hablar de mil cosas, que por teléfono no se pueden hablar, Alejandra, antes de despedirse, sacó, amorosamente de su cartera, la fotografía de Raimundo Canino, que había encuadrado en un marquito de cuero, y la besó.
—No me separo de tu foto —exclamó enseñándole la fotografía—.
Fabio no supo si reír o llorar. En el primer momento creyó que era una broma. Todo esto me lo contó en el paroxismo de la desesperación. ¿No la vio más?. ¿No pudo soportar ese engaño, ni esa cara de Raimundo
Canino, besada, en una fotografía, por Alejandra?. ¿Se preguntó Fabio si fue por distracción o por cinismo que sacó de la cartera esa fotografía?. No me atreví a decirle nada. Quise confesarle mi error, pero no volví a verlo, porque se había mudado de casa y no dejó la nueva dirección.


Final escrito por mi:
Al ver la foto del otro hombre, no supe como actuar. Alejandra besaba la fotografía de otro en frente mio. Me quede pensando unos minutos y al fin tuve el valor de romper el silencio - Esa no es mi fotografía- Espere una respuesta de su parte, pero lo único que conseguí fue una expresión de desconcierto. Tome valor y volví a repetir la frase -Esa no es mi fotografía- Muy confundida me respondió - Esta es la fotografía que me dio tu amiga - En ese momento no entendía nada - ¿No notas que ese no soy yo ? pregunte con un poco de enojo. - Soy ciega, por eso no note la diferencia - Estaba muy desconcertado, tuvieron que pasar algunos minutos para que pueda reaccionar. Aclaramos todo, y hablamos por horas sin cansarnos. Después de la reunión cada uno se volvió a su casa. Pero esto no terminó, esa fue la primera cita de nuestra relación.

viernes, 12 de julio de 2013

Saga Crepúsculo. Stephenie Mayer

Hola!!!

Hoy les quiero recomendar la Saga de "Crepúsculo" de la autora Stephenie Mayer. 

 Crepúsculo es la primera parte de una serie de cuatro libros, de la que están publicados, además de Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse, y Amanecer. La protagonista de la historia es Isabella Marie Swan, una joven de diecisiete años que se muda a Forks, Washington, después de que su madre se vuelve a casar con Phil, jugador de beisbol, que es su nuevo padrastro; y debido al trabajo de éste viaja constantemente, por lo cual Bella decide vivir con Charlie, su padre, para que así su madre pueda viajar al lado de Phil. En el colegio conoce a Eric, Mike,Tyler, Jessica, y Angela, que se convierten en sus nuevos amigos. En su primer día de clases Bella ve a cinco estudiantes que le llaman la atención por su belleza y su palidez. Se sientan alejados de todo el mundo, no tienen apenas relación con el resto de estudiantes. Son los hermanos Cullen: Edward,Emmett, Jasper, Alice y Rosalie.
El libro trata el peligroso amor que surje entre Bella y Edward, ambos de mundos distintos, pues la familia Cullen son vampiros.



En mi opinión es una muy buena saga, es atrapante hasta el final. Es una historia con mucho romance pero también tiene ficción en menor medida.
Se las recomiendo.
Besos.

domingo, 7 de julio de 2013

Mito: "La Caja de Pandora"

Mito  "La Caja de Pandora"


Cuenta la mitología griega: En un principio todo era Caos, hasta que los dioses decidieron dar a cada cosa existente su lugar en la tierra, también decidieron crear a los animales y entre ellos a uno que fuera superior: el hombre; esta tarea fue encomendada a Prometeo y su hermano Epimeteo – pertenecientes a una raza de Titanes que habitaron la tierra mucho antes de la creación del hombre-, para ello, Prometeo tomó agua y barro para moldear al hombre a imagen y semejanza de los dioses. Cuando Prometeo quiso proveer al hombre de dones especiales para hacerlo superior al resto de los animales, se dio cuenta que Epimeteo ya los había agotado todos en la creación de los animales, así que Prometeo subió al Olimpo y ayudado por Atenea robó las semillas de Helios (el Sol) y se las regaló a los hombres. Con el fuego como regalo, los hombres fueron capaces no sólo de alimentarse, sino también de elaborar armas para cazar animales, de fabricar herramientas para trabajar la tierra, de calentarse y de vivir una mejor vida. Cuando Zeus (rey de los dioses del Olimpo) se dio cuenta del robó, montó en cólera y decidió castigar a los Titanes por haber regalado el fuego y a los hombres por haber aceptado el regalo. De esta manera ordenó a todos los dioses crear a la mujer primera mujer en la tierra y que cada uno de ellos la llenara de virtudes: Hefesto, dios del fuego, la moldeó; Atenea, diosa de la sabiduría, le regaló un cinturón de perlas, un vestido hermoso color púrpura y otras piedras preciosas; Afrodita, le dio la belleza; Apolo, dios de la luz y la verdad, le dio la música; Hermes, dios de las fronteras y los viajeros, le dio el don de la seducción, un carácter voluble y la manipulación; los collares le fueron entregados por Las Gracias y la Persuasión, las Horas coronaron su cabeza con flores. Pero Pandora fue, también, un arma contra el hombre, pues Zeus quería acabar con él a causa de la desobediencia del titán Prometeo. Así, esta mujer será la encargada de llevar la perdición al hombre, y así se lo hace saber Zeus a Hefesto, el más habilidoso del Olimpo, a fin de que la creara bella, perfecta, en casi todo similar al hombre, pero dotada de capacidad para retrasarle en el trabajo y hacerle olvidar hasta sus pensamientos... Como último regalo, Zeus le entrega a Pandora una caja que no deberá abrir bajo ningún concepto. En ella, sin la mujer saberlo, están encerrados todos los males que destruyen a la raza humana: la enfermedad, la venganza, la ira, el mal del mundo. Y entrega a Pandora como esposa a Epimeteo -llamado "el que reflexiona tarde"-, hermano de Prometeo; este, deslumbrado por la belleza de la mujer, acepta sin dudar el regalo, desoyendo los sabios consejos de su hermano: no aceptar ningún presente que venga de Zeus, por si acaso... Movida por la curiosidad, con el tiempo Pandora no pudo resistirlo y abrió la caja que Zeus le había regalado. Y en un momento todos los males se repartieron por el mundo, sin poder ser contenidos por las sensuales manos de la mujer... Asustada, Pandora cerró la tapa justo cuando el último objeto de la caja iba a salir: la esperanza. Posteriormente, arrepentida y viendo lo que su acción había provocado en la Humanidad, se dedicó a ir ofreciendo a los hombres, uno a uno, la posibilidad de contar con la esperanza, pues ella la tenía -esta vez sí-, bien guardada.


Espero que les guste :) 


miércoles, 3 de julio de 2013

Por Siempre- Mario Benedetti


Hola!! Hoy les dejo esto hermoso poema de Mario Benedetti.

POR SIEMPRE

Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.

Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría...

Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor...
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana...
por siempre...
todavía.

Espero que les halla gustado :)


domingo, 30 de junio de 2013

Mito de Narciso

Hola!!! Hoy les vengo a dejar el Mito de Narciso.

Narciso
 era un joven muy bello hijo del río Céfiso y de la ninfa Liríope. Debido a su gran belleza 
todas las personas que le rodeaban, incluidos muchachos, se enamoraban de él pero Narciso rechazaba a todos con idéntico desdén. Una de las mujeres que sufrió su abandono fue Eco, quien se consumió en unas rocas intentando consolar su sufrimiento. A causa de los males que Narciso había provocado a Eco, la diosa de la venganza divina, Némesis, castigó a Narciso haciendo que se enamorara de sí mismo, a través de su propia imagen reflejada en las aguas. Pasó el tiempo en esta posición, y sujeto por su pasión, terminó tirándose a las aguas y muriendo ahogado. Donde su cuerpo cayó creció una bonita flor que hizo honor a su nombre y a su belleza.

Espero que lo hallan disfrutado, espero sus comentarios. :)